lunes, 30 de junio de 2008

Projimo

"En el colegio me enseñaron de lo inconveniente de desear a la mujer de tu prójimo, pero no recuerdo que hayan mencionado lo divertido de hacerlo, pienso cada vez que tus apuntes de Derecho Penal y vos se acercan a mí, con inocencia de conejo de peluche, y tu perfume Davidoff. Hasta cuándo vas a venir así, con la amenaza y sólo eso, la amenaza, la promesa y la ilusión de lo que haríamos si...hasta cuando novios por mensaje de texto, amigos para no ser amantes, y ahora entiendo por qué algunos hombres se suicidan, porque hay mujeres como vos, que lo vuelven loco a uno hasta hacerlo homosexual o incapaz de hecho, demente, pródigo, y todas esas cosas que ya conocés. Así que ahora que lo menciono, ahora que me escuchaste, si algo me pasa sos la única responsable, y espero que vengas a mi velorio, vení con tu novio si querés, todo bien, y con el pelotudo del amigo de tu novio que me quiso pegar la otra noche, vení que mamá seguro les sirve café a todos, aunque no vas a decirle ni quién sos ni la verdad del asunto, pero estoy seguro que si te presentás ante papá y le contás de lo que hablábamos entre clase y clase, entre fiesta y fiesta, entre abrazo y abrazo, él sabrá comprender mi desgracia".

Projimo, una pequeña muestra de los exelentes relatos de mi amigo Juan Bautista Torres López (Juanito). Sin duda un crack. Ya va a llegar el día en el que escriba su biografía (autorizada, no te asustes querido).

Visiten Nadie Nunca Nada, no se van a arrenpentir.

¿Nace una estrella?

¿Nace una estrella?
A mediados del 98, la Casa Blanca lanza otro villano a la cartelera mundial: responde al nombre artístico de Usama Bin Laden, es fundamentalista islámico, lleva barba y turbante, y en el regazo acaricia un fusil. ¿Hará carrera esta nueva figura estelar? ¿Tendrá buena taquilla? ¿Logrará demoler los cimientos de la civilización occidental, o será no más que un actor secundario? En el cine de terror, nunca se sabe.


Publicado en Patas Arriba. La escuela del mundo al revés, 1998.

¿Ahora entienden por qué digo que Eduardo Galeano es un genio?

Salven a la crónica

Lo tengo dicho: a menudo me pregunto por qué los editores de los diarios y periódicos latinoamericanos se empeñan en despreciar a sus lectores. O, mejor, en tratar de deshacerlos: en su desesperación por pelearle espacio a la radio y a la televisión, los editores latinoamericanos suelen pensar medios gráficos para una rara especia que ellos inventaron: el lector que no lee. Es un problema: un lector se define por leer- y un lector que no lee es un ente confuso. Sin embargo nuestro bravos editores no tremulan ante la aparente contradicción: siguen adelante con sus páginas llenas de fotos, recuadros, infografías, dibujitos. Los carcome el miedo a la palabra escrita- y creen qye es mejor pelear contra la tele con las armas de la tele, en lugar de usar las únicas armas que un texto no comparte: la escritura. Por eso, en general, les va como les va; por eso en general, a nosotros también.

*Fragmento del Prólogo de Martín Caparrós en "La Argentina crónica. Historias reales de un país al límite. Maximialno Tomas (compilador). Editorial: Planeta.

jueves, 12 de junio de 2008

El Paragua

Un fuerte grito contra la discriminación

Así de clarito

Caminando por Lavalle hacia TEA, hablando de cualquier cosa:

"Che, estaría bueno tener un país en serio", dispara Rafa repentinamente.

"La verdad que sí", asentimos con Mauro.

martes, 3 de junio de 2008

Carta a mis amigos

"En las últimas semanas varios de sus compañeros fueron muertos: no pudo detenerse a llorarlos. La embargaba una terrible urgencia por crear medios de comunicación en el frente sindical que era su responsabilidad".

"Llevaba siempre encima la pastilla de cianuro -la misma con la que se mató nuestro amigo Paco Urondo-, con la que tantos otros han obtenido una última victoria sobre la barbarie".

"Ustedes no nos matan -dijo-, nosotros elegimos morir. Entonces ella y el hombre se llevaron una pistola a la sien y se mataron enfrente de todos nosotros (los soldados)."

"Vicki pudo elegir otros caminos que eran distintos sin ser deshonrosos, pero el que eligió era el más justo, el más generoso, el más razonado. Su lúcida muerte es una síntesis de su corta, hermosa vida. No vivió para ella, vivió para otros, y esos otros son millones. Su muerte sí, su muerte fue gloriosamente suya, y en ese orgullo me afirmo y soy quien renace de ella".

Estos son fragmentos arbitrariamente elegidos de la famosa y conmovedora Carta a mis amigos de Rodolfo Walsh. Disfrutenla